viernes, 23 de marzo de 2012

Enfriar el cerebro tras un ictus podría ser clave para reducir la magnitud del daño

Enfriar el cerebro durante las seis horas inmediatamente posteriores a un accidente cerebrovascular a temperaturas cercanas a los 33-34 grados podría ser clave para reducir la magnitud del daño, según los resultados piloto de estudios que ahora quiere confirmar un trabajo internacional sin precentes que coordinan en España el Hospital Vall d'Hebron y su instituto de investigación, VHIR.    El estudio a gran escala, lanzado por la Unión Europa (UE) con una dotación de 11 millones de euros, se encuentra en la fase III de investigación con el apoyo de 60 universidades y hospitales de 25 países, para analizar a 1.500 pacientes con ictus. La hipotermia actúa induciendo una especie de hibernación en el cerebro, reduciendo al mínimo la necesidad de oxígeno y así logra prevenir mayores daños.
http://www.diariosalud.net/index.php?option=com_content&task=view&id=24426&Itemid=565
Ana Bravo


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