Expertos en enfermedad hepática crónica se reúnen en Barcelona para conocer las ventajas de la prueba ELF (Enhanced Liver Fibrosis) frente a la biopsia.
Siemens Healthcare ha desarrollado un test de diagnóstico in vitro, ELF (en inglés, Enhanced Liver Fibrosis), el cual, mediante un sencillo análisis de sangre permite conocer de manera precoz y no invasiva el grado de fibrosis de un hígado. “Se trata sin duda de un paso muy importante en la mejora del diagnóstico de esta enfermedad”, asegura el doctor Wladimiro Jiménez, jefe del Servicio de Bioquímica y Genética Molecular del Hospital Clínic de Barcelona.
El Test ELF es el resultado de más de una década de investigación de los marcadores séricos de la fibrosis hepática, que destacan por su capacidad para ser estandarizados y automatizados. “De esta manera, los resultados pueden ser comparables entre diferentes laboratorios”, explica el doctor Jiménez. La prueba ELF ha obtenido la marca CE y ya está disponible en Europa.
La principal ventaja del ELF es que, frente a las pruebas de marcador único, demuestra mayor potencial para detectar de manera precoz a los pacientes con fibrosis leve o moderada, que normalmente es asintomática. “Estos pacientes son los que tienen mayor probabilidad de que el tratamiento sea más efectivo y de que la enfermedad se estabilice e incluso retrograde”, afirma el doctor Miquel Navasa, jefe de Sección de Transplante Hepático del Clínic.
Por otra parte, su facilidad de uso –basta un análisis de sangre- facilita, entre otras cosas, la priorización y la dirección apropiada de las terapias, algo decisivo, ya que, “dependiendo de la etiología del proceso que provoca la enfermedad, las intervenciones y los tratamientos son diferentes”, precisa el Dr. Navasa.
Del mismo modo, la prueba permite realizar un seguimiento del paciente mucho más preciso. “Su metodología permite seguir la evolución del paciente de forma más constante, evitando cualquier tipo de complicación”, apunta el doctor Jiménez.
Una vez que se somete al paciente a algún tratamiento, el médico necesita información valiosa para saber si la fibrosis evoluciona favorablemente o hay riesgo de progresión. En estos casos, no es recomendable ni seguro realizar más biopsias por los inconvenientes obvios que conlleva.
La patología hepática
Las enfermedades hepáticas crónicas (EHC) son una causa importante de morbi-mortalidad en España y se sitúan entre las 10 primeras causas de muerte. El principal indicador de la enfermedad hepática crónica es la fibrosis hepática que, con el tiempo, puede derivar en cirrosis e incluso en cáncer de hígado. Hasta el momento, el estándar de detección y evaluación de la fibrosis ha sido la biopsia con aguja transabdominal del hígado, una prueba muy invasiva que conlleva riesgos y molestias para el paciente y que a menudo provoca errores de muestreo.
Las compilaciones que pueden asociarse a la biopsia hepática han impulsado la búsqueda de métodos alternativos para evaluar la gravedad de la fibrosis hepática. En este sentido, la prueba ELF (en inglés, Enhanced Liver Fibrosis) representa el nacimiento de una nueva era en la detección de la enfermedad hepática ya que, a través de un simple análisis de sangre, permite identificar con exactitud a aquellos pacientes con enfermedad hepática lo que significa que, si se instaura el tratamiento adecuado, “existe una alta probabilidad de disminuir la mortalidad a largo plazo”, afirma el Dr. Navasa.
Las ventajas de esta nueva prueba se constataron ayer en el workshop 'Diagnóstico no invasivo de la fibrosis hepática' organizado por Siemens y el Hospital Clínic de Barcelona en el marco del Congreso de la Asociación Europea del Estudio del Hígado que se celebra estos días en la ciudad condal. En el taller, liderado por los doctores Wladimiro Jiménez y Miquel Navasa, expertos en Hepatología abordarán los beneficios que aporta la prueba ELF tanto para el médico como para el paciente.
El diagnóstico integrado
El Clínic es un centro de referencia mundial en la investigación y tratamiento de la cirrosis hepática. En el marco de colaboración que el Clinic estableció con Siemens Healthcare para la integración de técnicas de diagnóstico in vivo e in vitro, el centro trabaja en el desarrollo de este nuevo sistema integrado para detectar la enfermedad en las etapas presintomáticas. Junto a la prueba ELF, destaca la tecnología ARFI (en inglés, Acoustic Radiation Force Impulse) para ecógrafos de la familia ACUSON, gracias a la cual es posible diagnosticar la enfermedad hepática mediante una ecografía sin necesidad de realizar biopsia.
La combinación de las tecnologías in-vivo e in-vitro en la detección, tratamiento y evolución de la EHC, es un ejemplo de que el diagnóstico integrado es una apuesta segura para optimizar resultados, disminuir costes y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Rocío Gómez
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