Un pequeño estudio reveló que en un grupo de niños con trastornos estomacales, como dolor abdominal funcional o colon irritable, aquellos tratados con seis sesiones de hipnosis y "autohipnosis" en el hogar no sufrieron recaídas durante cinco años.
Más de dos tercios no tenían o casi no sentían dolor abdominal, comparado con el 20 por ciento de los niños que habían recibido la terapia tradicional, según publica en American Journal of Gastroenterology el equipo de Arine M. Vlieger, del Hospital St. Antonius, Holanda.
Miranda van Tilburg, profesora asistente de medicina de University of North Carolina, Chapel Hill, comentó que muchos piensan que la hipnosis se trata de mover un reloj frente a la cara del paciente para que luego haga cosas extrañas.
Pero en medicina, según explicó, la hipnosis se usa para que una persona pueda crear imágenes relajantes en su mente y, así, aliviar síntomas como dolor y ansiedad.
Entonces, con la hipnoterapia "orientada a los intestinos" se sugieren imágenes que ayudan a normalizar la función intestinal, como la de un río que fluye suavemente.
El dolor abdominal funcional, que afecta a hasta el 20 por ciento de los niños, es un malestar estomacal continuo que no se puede adjudicar a un trastorno. El síndrome del colon irritable, en cambio, también produce dolor, pero junto con ataques de constipación, diarrea o ambos.
Los cambios alimentarios, los analgésicos o el aumento del consumo de fibra suelen ser suficientes para aliviar los síntomas de ambos trastornos.
Pero cuando fallan, se indica la terapia cognitiva conductual para corregir los pensamientos y las conductas que favorecen la enfermedad. Pero van Tilburg, que no participó del nuevo estudio, indicó que se desconoce si los efectos de la terapia superan el año.
Por eso, consideró que los nuevos resultados son importantes porque sugieren que la hipnosis brindaría alivio por más tiempo.
"Sabemos que tiene efectos de corto plazo, entre seis meses y un año -dijo-. Esperamos que los pacientes dominen la técnica y la practiquen de por vida."
Los resultados surgen de 52 niños y adolescentes que, al azar, recibieron hipnoterapia orientada a los intestinos o el tratamiento convencional, como cambios alimentarios y fibra (grupo control). El grupo tratado con hipnosis concurrió a seis sesiones con un terapeuta y recibió un CD para practicar autohipnosis en el hogar.
A los cinco años, el 68 por ciento de ese grupo continuaba sin dolor abdominal, comparado con el 20 por ciento del grupo control. La hipnosis también alivió otros síntomas, como la distensión abdominal y los problemas intestinales.
Una barrera para aplicar la hipnoterapia es su disponibilidad. Vlieger comentó por e-mail que cada vez más psicólogos y pediatras se están entrenando en el uso de la hipnosis.
Aun así, van Tilburg aseguró que todavía faltan profesionales bien entrenados y advirtió: "Muchos se llaman hipnoterapeutas, pero carecen del entrenamiento adecuado para tratar enfermedades".
Si un padre quiere encontrar un profesional de la salud que utilice la hipnosis, van Tilburg sugirió consultar en el sitio de Internet de la Sociedad Estadounidense de Hipnosis Clínica (http://www.asch.net). Sólo algunos planes de salud cubren la sesión (seis o siete sesiones cuestan unos 1000 dólares).
El equipo de van Tilburg está desarrollando un CD para facilitar el acceso a la hipnoterapia.
Tania Ávila
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