Por su parte, la empresa de Novartis alegó ayer que suministra gratuitamente el fármaco a miles de personas (6.500 pacientes, según Efe), y argumentó que respetar los derechos a la propiedad intelectual de los laboratorios que desarrollan nuevos fármacos es necesario para mantener "los avances en investigación y la innovación".
El medicamento en discusión cuesta 2.600 dólares al mes por paciente, y el genérico, 200 dólares. La ley de patentes que adoptó finalmente la India para conseguir ingresar en la Organización Mundial del Comercio incluye una salvaguarda: este país no registra medicamentos que considera que no son innovaciones, sino simples modificaciones de otros ya existentes. Por este motivo, no se aceptó en primera instancia la patente del Glivec. En el recurso que debe celebrarse el próximo lunes 29 de enero se decidirá si sigue vigente esta excepción legal o no.
EL SIDA EN EL TERCER MUNDO Según ha destacado Gonzalo Fanjul, de la oenegé Intermón Oxfam, si la demanda triunfara "tendría efectos catastróficos" y haría peligrar una gran industria que suministra a bajo precio la mitad de los medicamentos contra el sida que se utilizan en el tercer mundo.
Según la oenegé Médicos Sin Fronteras, el país indio ha sido una fuente de medicamentos genéricos muy importante, y el 84% de los medicamentos para tratar el sida que esta organización administra a más de 60.000 pacientes en más de 30 países diferentes son genéricos producidos en este país.
Tania Ávila
No hay comentarios:
Publicar un comentario