Aunque estudios previos ya habían demostrado como estos alimentos pueden ofrecer muchos beneficios para la salud, esta investigación ha analizado de forma detallada y extensa esta vinculación.
Todas las mujeres participantes formaron parte de un estudio con enfermeras iniciado en Estados Unidos en 1976, en el que se sometieron a varios cuestionarios para responder a preguntas sobre su salud y estilo de vida.
A partir de 1980 respondieron a dichos cuestionarios cada cuatro años a fin de registrar la frecuencia de su consumo de alimentos y, entre 1995 y 2001, las participantes de más de 70 años fueron sometidas a pruebas de memoria cada dos años.
Los resultados mostraron que las mujeres que comían niveles altos de frutas del bosque, en particular fresas y arándanos azules, tuvieron una pérdida de memoria más lenta --un retraso de 2,5 años de media-- en comparación con quienes no los comían.
"Entre las mujeres que consumían dos o más porciones de fresas y arándanos azules cada semana vimos una reducción modesta en la pérdida de memoria", ha asegurado a la BBC la doctora Elizabeth Devore, autora de la investigación.
Al parecer, este efecto puede alcanzarse con modificaciones "relativamente simples" en la dieta, según esta experta, que ha aclarado que si se realizan durante los primeros años de la edad adulta podría ofrecer beneficios más adelante.
Este efecto podría deberse al papel que juegan los flavonoides, unos compuestos que se encuentran de forma natural en los vegetales y tienen poderosas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.http://www.diariosalud.net/index.php?option=com_content&task=view&id=24549&Itemid=413
Ana Bravo
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