Las mujeres con incontinencia
urinaria que habitualmente disfrutan de una taza de café o té no
deberían preocuparse de que la cafeína extra agrave su
enfermedad.
De este modo, un nuevo estudio contradice la recomendación
de que las mujeres con incontinencia urinaria no consuman
bebidas o alimentos con cafeína.
"Si una mujer no quiere ingerir cafeína, puede hacerlo, pero
según nuestros resultados, las pacientes con incontinencia
moderada no deberían preocuparse", dijo Mary Townsend, autora
principal del Hospital de Brigham y las Mujeres, y de la
Facultad de Medicina de Harvard, en Boston.
Aun así, los resultados no determinan si la cafeína tendría
un efecto más rápido al obligar a las bebedoras a orinar
inmediatamente después de consumir un alimento cafeinado.
Para Townsend, existen ciertos motivos biológicos para que
estas mujeres no ingieran cafeína, como que, por ejemplo,
aumenta la producción de orina y la sensación de urgencia para
orinar.
El equipo analizó datos de unas 21.500 participantes de dos
seguimientos prolongados de la salud de las enfermeras
estadounidenses mediante encuestas desde los años 70 u 80.
Los autores seleccionaron a las mujeres con incontinencia
moderada (es decir, con pérdida de orina entre una y tres veces
por mes) entre las participantes consultadas en el 2002 o el
2003.
Las mujeres respondieron cuánta cafeína ingerían en forma de
café, té, gaseosas o chocolate.
A los dos años, en una nueva encuesta, el 20 por ciento dijo
que sus síntomas habían empeorado y que tenían episodios de
incontinencia por lo menos una vez por semana, sin importar
cuánta cafeína consumían.
El equipo no halló relación entre el aumento del consumo de
cafeína durante los años y el agravamiento de los síntomas
urinarios, ya sea de incontinencia o de vejiga hiperactiva.
Las mujeres también pueden desarrollar incontinencia por
esfuerzo o por rebosamiento, según explicó la doctora Larissa
Rodriguez, codirectora de la División de Urología Femenina,
Cirugía Reconstructiva y Urodinamia de la Facultad de Medicina
David Geffen de la University of California, en Los Ángeles.
En cuanto a los tratamientos disponibles, Rodriguez, que no
participó del estudio, señaló que los cambios conductuales, el
control del peso y ciertos ejercicios pueden ayudar. "No
contamos con muchos fármacos efectivos, pero las cirugías
mínimamente invasivas pueden curar", dijo.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, que
financiaron el estudio, estiman que la mayoría de las mujeres
pueden controlar el trastorno sin cirugía.
Townsend comentó que la mayoría de las participantes ni
siquiera le había comentado al médico sobre la incontinencia.
Además dijo que los resultados, publicados en la revista
Obstetrics & Gynecology, deberían replicarse con otros estudios
porque podría ser que la cafeína agrave los síntomas urinarios
en el largo plazo.
Tania Ávila
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