Los niveles altos en sangre de sustancias químicas llamadas
ftalatos, que se hallan en jabones, cremas, plásticos y juguetes,
podrían duplicar el riesgo de diabetes tipo 2 entre los adultos mayores,
informan investigadores suecos.
"Nuestro estudio respalda la
hipótesis de que ciertas sustancias químicas ambientales pueden
contribuir al desarrollo de la diabetes", apuntó la investigadora líder
Monica Lind, profesora asociada de medicina ambiental de la sección de
medicina ocupacional y ambiental de la Universidad de Uppsala.
"La
mayoría de personas entran en contacto diario con los ftalatos, ya que
se usan como agentes suavizantes en los plásticos cotidianos y como
portadores de perfumes en los cosméticos y los productos de cuidado
personal", añadió.
Las implicaciones del estudio "deben ser
reducir los plásticos y elegir productos de cuidado personal sin
perfumes", señaló Lind.
Pero la universidad no prueba una
relación de causa y efecto. Para averiguar si los ftalatos realmente son
factores de riesgo de la diabetes, se necesitan más estudios que
muestren asociaciones similares, apuntó.
"También se necesitan
estudios experimentales para averiguar qué mecanismos biológicos pueden
subyacer a estas conexiones", enfatizó Lind.
El informe aparece en la edición en línea del 12 de abril y en la edición impresa de junio de la revista Diabetes Care.
Para
el estudio, el equipo de Lind recolectó datos sobre más de mil hombres y
mujeres suecos, con una edad de 70 años, que participaron en el
Estudio de investigación prospectiva sobre la vascularización en adultos
mayores de Uppsala.
La investigación midió la glucemia, los
niveles de insulina y los niveles de toxinas de la descomposición de los
ftalatos de los participantes.
Como se esperaba, hallaron que la diabetes era mucho más común entre los que tenían sobrepeso y colesterol alto.
Y
también hallaron una asociación entre los niveles en sangre de algunos
ftalatos y la diabetes. Esa asociación permaneció incluso tras tomar en
cuenta la obesidad, el colesterol, el tabaquismo y el ejercicio.
Entre
las personas con niveles altos de ftalatos, el riesgo de desarrollar
diabetes fue del doble en comparación con las que tenían niveles más
bajos, hallaron los investigadores.
Algunos ftalatos también se
relacionaron con una producción de insulina afectada, apuntaron los
investigadores. La insulina es la hormona que convierte el azúcar en
sangre en energía para las células del organismo. Sin insulina, o con
muy poco de la hormona, demasiada azúcar permanece en la sangre,
preparando las condiciones para la diabetes.
"Incluso a niveles relativamente bajos de ftalatos en sangre, el riesgo de contraer diabetes comienza a subir", añadió Lind.
Otros
estudios han relacionado esas sustancias con el crecimiento de las
mamas en los chicos y los problemas reproductivos en los hombres,
probablemente provocados por una alteración del estrógeno.
Los
ftalatos se usan en cientos de productos como juguetes, revestimientos
de vinilo para el suelo y las paredes, detergentes, aceites lubricantes,
paquetes para la comida, fármacos, bolsas y tubos para la sangre, según
información de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU.
Los productos de cuidado personal, como el esmalte para uñas, los
aerosoles para el pelo y los champús, también contienen ftalatos.
Actualmente,
"la FDA no tiene evidencia convincente de que los ftalatos, en la forma
en que se usan en los cosméticos, planteen un riesgo de seguridad",
según el sitio web de la FDA.
En Estados Unidos, las compañías
no tienen la obligación de probar los efectos a largo plazo de las
sustancias químicas antes de usarlas en productos para el consumidor.
Lind dijo que esto significa que los peligros de los compuestos químicos
peligrosos no se conocen hasta que ya se han usado ampliamente.
Lind
apuntó que los efectos de salud de los compuestos químicos se deben
evaluar antes de que lleguen al mercado de consumidores, similar a la
forma en que se evalúan los medicamentos antes de ser aprobados.
"Estamos
viendo la punta del iceberg", comentó, en términos de una posible
crisis de salud. "Apenas arañamos la superficie del iceberg".
En
la forma en que el sistema está diseñado, si se prohibieran los
ftalatos, serían reemplazados por otros compuestos químicos sobre los
que se sabe incluso menos, apuntó Lind.
Según el Grupo de Trabajo
Ambiental (Environmental Working Group), un grupo que intenta
deshacerse de las sustancias químicas peligrosas en los productos de
consumidor, no hay forma práctica para elegir productos libres de
ftalatos. A veces, las letras de las listas de ingredientes son
demasiado pequeñas para la lectura, y con frecuencia se usan distintos
nombres para las mismas sustancias plastificantes. Y algunos productos
carecen de etiquetas de ingredientes, aunque las regulaciones federales
lo exigen.
Dicho esto, algunos de los nombres a los que hay que
prestar atención en los cosméticos, productos de cuidados personales,
ambientadores sólidos y velas perfumadas son: mono-metil ftalato (MMP),
mono-etil ftalato (MEP) y mono-isobutil ftalato (MiBP), que son tipos de
las sustancias químicas dimetilftalato (DMP), dietil ftalato (DEP) y
di-isobutil ftalato (DiBP). El DMP también se utiliza en la tinta y como
agente suavizante en los plásticos.
Tania Ávila
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