Investigadores del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos) aseguran que un nuevo dispositivo que combina dos tecnologías de microimagen puede revelar la anatomía detallada de las paredes arteriales y las actividades biológicas que, en las arterias coronarias, podrían indicar riesgo de ataques al corazón o la formación de coágulos. En concreto, y según informa en su último número la revista 'Nature Medicine', han descrito el uso de un catéter intra-arterial que combina la frecuencia óptica de imagen (OFDI, por sus siglas en inglés) y la fluorescencia de infrarrojo cercano (NIRF, por sus siglas en inglés) para obtener simultáneamente imágenes moleculares y estructurales de la superficie interna de las arterias en conejos.
"La capacidad de esta técnica de medir tanto la información microestructural como la molecular en la misma ubicación de la pared arterial, podría mejorar el diagnóstico de la patología vascular", afirma el coautor del estudio, el doctor Gary Tearney, del Centro de Fotomedicina Wellman y el Departamento de Patología del Hospital General de Massachusetts.
Desarrollado en el Centro Wellman, OFDI utiliza una sonda de fibra óptica con una punta de láser que rota constantemente para crear imágenes moleculares detalladas de superficies interiores, como las paredes de las arterias. Mientras que OFDI se puede utilizar para guiar procedimientos como la angioplastia coronaria, y para confirmar la correcta colocación de los 'stents' (dispositivos metálicos que se introducen en las arterias coronarias) para mantener las arterias despejadas, su capacidad para determinar detalles importantes de curación por 'stent' es limitada.
Los 'stents' que evolucionan bien son cubiertos por el endotelio, el mismo tejido que normalmente recubre la superficie arterial; pero también pueden convertirse en 'stents' recubiertos por fibrina, una proteína de coagulación que puede poner a los pacientes en riesgo de trombosis.
Por otro lado, la tecnología NIRF, que fue desarrollada en el Centro de Investigación Cardiovascular del Hospital General de Massachusetts, en colaboración con la Universidad Técnica de Munich, utiliza agentes especiales de imagen para detectar células y moléculas que participan en procesos vasculares, como la coagulación y la inflamación.
Tras reconocer las ventajas potenciales de la combinación de ambas tecnologías, los investigadores de Wellman, trabajando con un equipo del Centro de Investigación Cardiovascular del Hospital General de Massachusetts, dirigido por el doctor Farouc Jaffer, desarrollaron un sistema integrado de NIRF y OFDI incorporado en la sonda intravascular.
Los investigadores confirmaron primero que el sistema podía proporcionar imágenes detalladas de un 'stent' implantado en la arteria coronaria humana de un cadáver, y que era capaz de identificar la presencia de fibrina en el 'stent'. En una serie de experimentos realizados en conejos vivos, el sistema OFDI -NIRF fue capaz de detectar la fibrina en los stents y de identificar la presencia de placas ateroscleróticas y actividad enzimática asociadas con la inflamación.
"En la actualidad no somos capaces de predecir qué pacientes con stent pueden desarrollar trombosis, pero la tecnología integrada OFDI -NIRF puede evaluar muchos factores clave relacionados con el riesgo de formación de coágulos", explica Jaffer.
De hecho, añade, "si esta técnica es validada en estudios clínicos, los pacientes con riesgo de trombosis podrían ser sometidos a un chequeo de 'stent' para determinar su estado; así, los pacientes con 'stents' sin cicatrizar podrían tomar, o seguir tomando, medicamentos anticoagulantes, y los pacientes con 'stents' bien curados, por otra parte, podrían dejar los medicamentos anticoagulantes, que pueden causar un sangrado excesivo".
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