miércoles, 16 de mayo de 2012

El estudio de la estructura del ribosoma propicia el desarrollo de nuevos antibióticos

El conocimiento de esta molécula está propiciando avances en en el tratamiento de las enfermedades que provoca otras la bacteria 'Staphylococcus aureus', resistente a la meticilina y que causa más de 100.000 muertos anuales.
El premio Nobel de Química en el año 2009, el profesor Thomas Steitz, explicó el pasado jueves en el transcurso del XXII Congreso Mundial de Cristalografía la función del ribosoma, 'maquina' celular responsable de la fabricación de todas las proteínas del organismo, y cuyo conocimiento está propiciando el desarrollo denuevos antibióticos contra la tuberculosis y el 'Staphylococcus aureus' SARM.
El ribosoma es la molécula responsable de traducir a proteínas la información genética almacenada en el ADN. Según Steitz, "la estructura de una molécula define su forma y, puesto que las moléculas interaccionan encajando unas en otras siguiendo el modelo llave-cerradura de una molécula, determina su función".
Además, el conocimiento del ribosoma está permitiendo que se produzcan importantes avances en el campo de la medicina, ya que actualmente más de la mitad de los antibióticos trabajan sobre la base del ribosoma de las bacterias.
Como explica Steitz, "actualmente se tiene un compuesto que está siendo estudiado en estudios clínicos y ya ha pasado la fase 2. La fase 3 no ha dado comienzo por el alto coste del procedimiento y la necesidad de buscar un socio capitalista. Existen otros tres compuestos que están en distintos estadios de desarrollo y uno de ellos podría empezar a usarse en animales".
"Palos en la rueda"
Asimismo, Steitz ha comentado que "actualmente se está investigando en otras enfermedades, como las que provoca la bacteria 'Staphylococcus aureus', resistente a la meticilina y que causa más de 100.000 muertos anuales. Estos avances podrían ser eficaces contra la neumonía y otro gran número de enfermedades".
Por su parte, el presidente del XXII Congreso de la Unión Internacional de Cristalografía y profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Enrique Gutiérrez-Puebla, comentó que "de lo que se trata es de poner palos en las ruedas de la maquinaria del ribosoma; hay muchas ruedas y muchos tipos de palos donde ponerlos, por lo que esta tarea es muy compleja, ya que hay que conseguir realizarlo en el momento adecuado."
El número de ribosomas que se encuentran en el organismo es innumerable, ya que es la estructura que más abunda tanto en las células humanas como en las bacterianas. Los ribosomas son capaces de unir aproximadamente 100 aminoácidos por segundo, concluye el experto.
Rocío Gómez
 

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