sábado, 5 de mayo de 2012

Los partos duran más ahora que hace 50 años

Muchas cosas pueden hacerse más rápido ahora que hace 50 años, pero la llegada al mundo de un bebé de forma natural parece no ser una de ellas, según indica un estudio del Gobierno de Estados Unidos.
Comparado con los años 60, las mujeres estadounidenses han pasado en los últimos años dos o tres horas más en trabajo de parto, según investigadores de los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses, que afirmaron que el hallazgo sugiere que los médicos podrían necesitar replantearse la definición de lo que es un trabajo de parto "normal".
Según los datos publicados en el American Journal of Obstetrics & Gynecology, el tiempo adicional proviene de la primera etapa del trabajo de parto, la parte más larga del proceso, antes de la fase de "pujar".
Las madres también son diferentes. En promedio, son más mayores y pesan más, y sus recién nacidos son también más grandes.
"Pero incluso cuando tenemos en cuenta estos cambios demográficos, el trabajo de parto es aún más largo", afirmó la investigadora principal, Katherine Laughon, del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano.
Aunque Laughon dijo que el estudio no pudo identificar íntegramente las posibles razones de la diferencia, una de las explicaciones parciales podría ser el alivio del dolor de la anestesia epidural, que es mucho más común ahora que hace 50 años.
Se sabe que la epidural puede retardar el trabajo de parto entre 40 y 90 minutos.
Los datos están basados en dos estudios gubernamentales realizados en décadas diferentes.
Uno, entre 1959 y 1966, incluía a unas 39.500 mujeres que dieron a luz un bebé a término, mientras que el otro realizó un seguimiento a más de 98.000 mujeres que tuvieron un bebé a término entre el 2002 y el 2008. Todas las mujeres habían tenido un trabajo de parto espontáneo, es decir que no fue inducido.
En lo que respecta a la duración del trabajo de parto, las madres primerizas en los últimos años tardan 2,6 horas más en la primera etapa, en comparación con sus homólogas en la década de los 60. Esa diferencia se reducía a dos horas en las mujeres que ya habían sido madres anteriormente.
Las mujeres actuales fueron mucho más propensas a utilizar la anestesia epidural: el 55 por ciento, en comparación con el 4 por ciento de las de hace 50 años.
El 12 por ciento tuvo un parto por cesárea comparado con el 3 por ciento en la década de 1960, mientras que al 31 por ciento se le aplicó oxitocina -que estimula las contracciones-, frente al 12 por ciento de hace 50 años.
Laughon señaló que muchas más mujeres tienen ahora trabajos de parto inducidos o cesáreas planificadas, en comparación con hace unas décadas, por lo que el número de mujeres que actualmente tienen un trabajo de parto espontáneo puede diferir de alguna manera de sus homólogas de hace 50 años.
Pero cualesquiera que sean las razones subyacentes, los médicos podrían necesitar redefinir la idea de un trabajo de parto "normal", un concepto que se basa en cuál era la norma para las mujeres hace medio siglo.
Por ejemplo, los médicos han considerado que un trabajo de parto es anormal si no hay cambio en el cuello del útero después de dos horas en la parte "activa" de la primera etapa del trabajo de parto. En ese momento, pueden intervenir ya sea administrando oxitocina o haciendo una cesárea.
Laughon afirmó que la conclusión es que habría un nuevo concepto de "normal", y añadió: "Creo que necesitamos revisar las definiciones de 'anormal' y trabajo de parto y el momento adecuado para las intervenciones que usamos". 


Tania Ávila

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