Los niños con un tipo de
leucemia viven más que antes, quizás porque menos pacientes
sufren recaídas con las nuevas combinaciones farmacológicas.
En un estudio sobre más de 20.000 bebés, niños y
adolescentes con el cáncer de la sangre y la médula ósea, la
posibilidad de sobrevivir por lo menos cinco años a partir del
diagnóstico aumentó del 84 al 90 por ciento entre 1990 y el
2000.
"Sabíamos que había una tendencia positiva (en la
supervivencia), pero sospechábamos de que el proceso de mejoría
era más lento", dijo el doctor Stephen Hunger, de la Facultad de
Medicina de la University of Colorado y del Hospital de Niños de
Colorado, en Estados Unidos.
Además, el equipo de Hunger se puso "feliz al ver" una
reducción constante de la mortalidad por leucemia en los niños
pequeños y más grandes, como así también en aquellos con formas
más o menos graves de la enfermedad.
En las personas con leucemia linfoblástica aguda (LLA), que
es el tipo más común de cáncer infantil, la médula ósea produce
demasiados glóbulos blancos inmaduros para eliminar las
infecciones.
Hace 50 años, la LLA causaba la muerte en unos pocos años.
Pero la tasa de supervivencia creció a medida que los médicos
fueron obteniendo más herramientas para tratarla.
Ahora, el equipo consultó la información de los
participantes de estudios del Grupo de Oncología Pediátrica
sobre más de la mitad de los niños estadounidenses con leucemia
diagnosticada entre 1990 y el 2005.
El 83,7 por ciento de los 21.600 niños y adolescentes de
hasta 22 años diagnosticados entre 1990 y 1994 había sobrevivido
cinco años y el 80,1 por ciento, por lo menos 10 años.
El 90,4 por ciento de los pacientes diagnosticados entre el
2000 y el 2005 seguía con vida cinco años después. La tasa de
supervivencia a 10 años también registró una tendencia positiva,
según publican los autores en Journal of Clinical Oncology.
El equipo observó que los niños más pequeños y los
adolescentes eran menos propensos a morir de leucemia en los
últimos años. Lo mismo ocurrió con los pacientes blancos,
afroamericanos e hispanos, y con aquellos con formas más y menos
agresivas del cáncer.
La única excepción fueron los bebés, que tienden a
desarrollar una forma muy agresiva de la enfermedad. Sólo la
mitad de ellos sobrevivió cinco años después del diagnóstico
durante el período estudiado.
El equipo estimó que los bebés fueron el 2 por ciento de
todos los casos de leucemia estudiados, aunque alcanzaron el 8
por ciento de las muertes.
"Esto sugiere que deberíamos mejorar la atención de soporte
para los bebés y desarrollar terapias más efectivas con nuevos
fármacos", opinó Hunger.
NUEVOS REGÍMENES TERAPÉUTICOS
La quimioterapia para tratar la leucemia no varió demasiado
en los últimos años. Sin embargo, los investigadores aseguran
que los avances en las combinaciones y las dosis farmacológicas
que previenen la reaparición de la enfermedad explicarían el
aumento de la supervivencia.
Hunger no atribuyó el aumento de la supervivencia a cinco
años al diagnóstico más precoz de los cánceres y espera que la
reducción de la mortalidad se mantenga en los próximos años.
"Este es un gran avance en términos de resultados, en
especial en los últimos 10 ó 15 años", dijo el doctor Ching-Hon
Pui, director de investigación de la leucemia del Hospital
Pediátrico de Investigación St. Jude, en Memphis.
Pui señaló que este aumento de la supervivencia coincide con
el registrado en el Reino Unido y en Holanda, entre otros
países, y le atribuyó el éxito de los nuevos tratamientos a la
colaboración médica internacional.
Eso incluye el desarrollo de mejores antibióticos y otros
fármacos para tratar las infecciones asociadas a la
quimioterapia. Esto, según explicó Pui, permite que los
pacientes jóvenes reciban tratamientos intensivos con menos
riesgos.
Pero el investigador, que no participó del estudio, aclaró
que sobrevivir 10 o cinco años después del diagnóstico no
equivale a "estar curado". Los niños tratados con radioterapia
aún tienen riesgo de desarrollar otros cánceres unas décadas
después, algo que el estudio no habría podido detectar.
"Aún queda mucho por hacer, pero (el estudio) es una buena
noticia", sostuvo Pui.
Y Hunger coincidió. "Estos resultados son muy gratificantes,
pero todavía hay un 10-15 por ciento de los niños y los
adolescentes con LLA que morirán este año por la enfermedad",
indicó.
Tania Ávila
No hay comentarios:
Publicar un comentario